jueves, 20 de octubre de 2016

CRÓNICAS POLICIALES (N° 4)



ROBOS FRUSTADOS


Había sido una semana bastante agitada y movida especialmente por la gran cantidad de público que concurrió a realizar sus trámites bancarios a la sucursal del banco la república. En donde me desempeñaba como vigilante de seguridad y además por los hechos delictuales que se produjeron y que afortunadamente no causaron daños al patrimonio del banco, ni de los clientes. Y a continuación detallo lo ocurrido: día lunes al medio día, al salir un cliente de la oficina bancaria hacia la calle, se le adelantan dos delincuentes y uno de ellos le deja caer a propósito desde su bolsillo de su pantalón un fajo de billetes amarrados con un elástico, para ver si este se tienta y lo recoge, hace caso omiso de tal situación, porque se da cuenta que lo quieren timar, regresa al banco y da aviso al vigilante de seguridad. Quien da cuenta de este hecho delictual llamado balurdo a la policía, quienes al poco rato detienen a este par de delincuentes y lo sacan fuera de circulación del sector de oficinas bancarias. El balurdo consiste en una artimaña que usan los delincuentes, en enrollar un par de billetes de diferente numeración y en su interior colocan papel haciendo abultar el paquete. Se lo dejan caer a personas de tercera edad, quienes al momento de recogerlos, se acerca un segundo delincuente y le ofrece repartirse dicho hallazgo, diciéndole quédate con el fajo de billete y entrégame todo el dinero que andes trayendo. El delincuente usa toda su astucia y habilidad para engañar a estas personas, muchas veces ingenuas y que pecan de su avaricia de poder tener más de lo que andan trayendo y en tan poco tiempo. Y cuando revisan su gran botín, se dan cuenta que son puros papeles y que fueron engañados. Día miércoles, trece horas la oficina bancaria se encontraba prácticamente llena, los cajeros trabajaban a full, los ejecutivos atendían a sus clientes cuenta correntistas.Cuando de pronto aparece en escena la ejecutiva de película. Una mujer joven bastante atractiva y buena moza en su vestimenta vestía traje parecido al que usa el personal del banco, sentada junto a una mujer joven (clienta), frente a un escritorio de una ejecutiva que ese día estaba con permiso. Me acerco a consultarle si esperan alguien o que hacen en ese sector, si las puedo ayudar en algo. Me responde la mujer joven (clienta) quien se encontraba bastante nerviosa y preocupada, hace un instante al salir de caja en donde cobre un cheque por un millón de pesos. Esta ejecutiva se me acerca y me advierte que tres personas que estaban frentes a las cajas me querían robar mi dinero y que fuéramos a su escritorio y que le pasara el dinero para que me lo guardara. Le paso el dinero y lo guarda en un sobre que tomo desde su escritorio y ahora estoy a la espera de que me venga a buscar mi novio, a quien le avise por teléfono. Al percatarme de la situación de peligro y que me encuentro frente a una timadora profesional y pretende robar a esta clienta, le sigo el juego, haciéndole creer que no me doy cuenta del engaño. Le digo manténgase en ese lugar, están seguras a la espera de que llegue su novio.Me alejo del lugar hacia la salida del banco y procedo a llamar por teléfono a la policía, quienes llegan al instante y proceden a tomar el procedimiento de rigor. La ejecutiva de película resulto ser una vil estafadora con antecedentes policiales, buscada por la policía por delitos similares en otros bancos. Fue detenida y puesta tras las rejas y la clienta se salvó de perder su dinero. Viernes por la mañana a eso de las nueve y media, la oficina bancaria se encontraba casi vacia.En las cajas del primer piso atención clientes, se encontraba un cliente cobrando un cheque, en el mesón servicio al cliente, una persona solicitando su saldo, y en mesón del hall central dos personas llenando unas papeletas de pagos. Y en las cajas que se encontraban en el altillo, atención público general, tres personas realizando depósito y cobro de cheques. Me dirijo al altillo a realizar mi ronda de rutina y cuando voy de regreso, bajando por la escala, que está a unos pasos de la entrada del banco, escucho un grito de auxilio del cliente que está en el hall central, diciendo: me robaron, detengan al ladrón que va corriendo. Reacciono frente a esta emergencia y me enfrento al delincuente para impedirle su escape, aplicándole un fuerte golpe al estómago con mi pie derecho, lo que hace que pierda el control y cae a un costado del cajero automático. Se logra poner de pie y aprovecha el instante cuando  se abre la puerta de entrada al cajero automático por un cliente. Logrando huir hacia la calle principal. Salgo en su persecución, cruzando una calle con luz roja y sorteando el tráfico vehicular. Se me hacía complicado correr por el movimiento de mi revolver y mi bastón de servicios que llevaba conmigo en mi fornitura adosado a  mi cintura. Había recorrido como una cuadra y media, mi estado físico se mantenía intacto, me aventajaba por unos cinco metros de distancia. Cuando de forma improvista desde un local comercial salen dos jóvenes y uno de ellos choca violentamente con el delincuente, lo que hace que pierda el equilibrio, se resbale y caiga al piso. Aprovechando esta gran oportunidad, me abalanzo por la espalda y lo atrapo con ambas manos, antes de que se ponga de pie y aprovecho de colocarle las esposas de seguridad. Le hago un registro completo por todas partes del cuerpo, y en la parte de atrás de pantalón, entre la pretina y el cinturón, portaba un arma de fuego calibre 38 especial Smith Watson, y dentro de su chaqueta, mantenía guardado un sobre con seis millones de pesos que fueron robados al cliente. Traslado al delincuente al banco, en donde ya se encontraba la policía y le hago entrega del detenido juntos con las especies encontradas para que adopten el procedimiento. Se me acerca el cliente quien me da las gracias por mi entrega y profesionalismo de haber podido recuperar su dinero. Además me comenta que durante la mañana, cobro el cheque por seis millones de peso en el banco nacional, que está a dos cuadras de este banco, coloco el dinero en un sobre y se vino caminando junto a un funcionario del banco que lo acompaño hasta la entrada del banco. Una vez al interior dejo el sobre, en el mesón, mientras llenaba la papeleta de depósito, cuando ingresa el delincuente un sujeto joven de unos treinta años, vistiendo sport, quien se gana a mi lado, simulando estar llenando una papeleta de depósito y cuando me descuido por unos segundos, me arrebata el sobre con mi dinero y arranca. Por lo visto este delincuente me venía siguiendo desde el momento en que cobre el cheque.  Recibo las felicitaciones de parte de mi jefatura por mi arriesgada y heroica hazaña. Lo asumo con humildad porque es parte de mi trabajo, de mi profesión, de salvaguardar los bienes y patrimonio del banco y clientes y velar por su seguridad. Posteriormente procedo a colocar las novedades correspondientes  ocurridas en el libro de novedades. Y proseguir con mi trabajo habitual, porque el show debe continuar.


                                                      EL IMPARCIAL

NOTA:
AMIGAS Y AMIGOS, QUE SIGUEN MI BLOGS CON MIS HISTORIAS Y DESVENTURAS  DE LA VIDA. ME GUSTARIA QUE ME DIERAN SU OPINION O ALGUN  COMENTARIO AL RESPECTO……GRACIAS

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